31 de marzo de 2012

ALGUIEN TE INSULTA….


Si alguien te insulta ¿Por qué deberías de amargarte?
¿Has visto los pájaros cuando cantan? Parecen tan felices…
Mientras un pájaro canta… insúltale…y el pájaro seguirá cantando como si tal cosa.
Puede que me digas que el pájaro sigue cantando porque no entiende nuestro idioma… y cómo no lo entiende no puede sentirse ofendido.

¡Exacto!

A partir de ahora habla sólo el lenguaje de los pájaros… Que aman tanto la vida que, continuamente, cantan una canción para ella.
Disfrutemos de la vida como si de una hermosa canción se tratase. Dejemos los insultos y las envidias para los que no entienden de pájaros. 


Jorge Álvarez Camacho
Autor del libro EL PODER DE LA CONCIENCIA Y DE LA RECEPTIVIDAD. PERMITIR QUE LOS MILAGROS SUCEDAN.

INCREIBLE


Un matrimonio bautizó con la palabra “Increíble” a su hijo, porque tenían la certeza que haría increíbles cosas a lo largo de su vida.
Lo cierto es que, lejano a aquel mandato familiar, Increíble tuvo una vida equilibrada y tranquila. Se casó y fue fiel a su esposa durante setenta años.
Los amigos le hacían todo tipo de bromas, porque su nombre no coincidía con su estilo de vida.

Justo antes de morir, Increíble le pidió a su esposa que no pusiera su nombre en la lápida, para evitar cualquier tipo de bromas.
Cuando murió, la mujer obedeció el pedido, y puso, humildemente: “Aquí yace un hombre que le fue fiel a su mujer durante setenta años”.

Cuando la gente pasaba por ese lugar del cementerio, leían la placa y decían: “¡Increíble!”

21 de marzo de 2012

Una joya única


Cruzando el desierto, un viajero inglés vio a un árabe muy pensativo, sentado al pie de una palmera. A poca distancia reposaban sus camellos, pesadamente cargados, por lo que el viajero comprendió que se trataba de un mercader de objetos de valor, que iba a vender sus joyas, perfumes y tapices, a alguna ciudad vecina.
Como hacía mucho tiempo que no conversaba con alguien, se aproximó al pensativo mercader diciéndole:
-«Buen amigo, ¡salud! pareces muy preocupado. ¿Puedo ayudarte en algo?»
-«¡Ay!», respondió el árabe con tristeza, «estoy muy afligido porque acabo de perder la más preciosa de las joyas».
-«¡Bah!», respondió el inglés, «la pérdida de una joya no debe ser gran cosa para ti que llevas tesoros sobre tus camellos, y te será fácil reponerla».
-«¡¿Reponerla?!... ¡¿Reponerla?!», exclamó el árabe. «Bien se ve que no conoces el valor de mi pérdida».
-«¿Qué joya es, pues?», preguntó el viajero.
-«Era una joya», le respondió el mercader, «como no volverá a hacerse otra. Estaba tallada en un pedazo de piedra de la Vida y había sido hecha en el taller del Tiempo.
Adornábanla veinticuatro brillantes, alrededor de los cuales se agrupaban sesenta más pequeños. Ya ves que tengo razón al decir que joya igual no podrá reproducirse jamás».
-«A fe mía», dijo el inglés, «tu joya debía ser preciosa". Pero, ¿no crees que con mucho dinero pueda hacerse otra igual?»
-«La joya perdida», respondió el árabe, volviendo a quedar pensativo,«era un día, y un día que se pierde ... no vuelve a encontrarse».


¿QUIÉN ERES REALMENTE? (Reflexión)


Había una vez un grupo de semillas enterradas.
Las semillas se miraban las unas a las otras y presumían de los diversos colores, hermosos detalles y prestigios de sus cáscaras, mientras debatían sobre cuál era el mejor tipo de cáscara.

Un día apareció una semilla diciendo que no le importaba demasiado la cáscara, sino si podría haber algo que le hiciera sentir a un nivel más profundo. Llevarle más allá.

Las otras semillas se reían de ella y le decían que no le diera más vueltas, que así era la vida y así sería siempre, y que sin decorar y trabajar su cáscara nunca llegaría a ningún lado.

La semilla decidió llevar una vida independiente, y conforme avanzaba en su búsqueda más sola y triste se sentía. Las otras semillas tenían razón, y la vida tan sólo era una triste competición de cáscaras.

Así pues, la semilla, sumida en una profunda falta de esperanza y apatía, comenzó a sentir un intenso dolor al que se le añadía cada vez más miedo por lo que le depararía el futuro.

Cansada de todo, llegó el día en que la semilla llegó a pensar que ya no tenía lógica que le preocupara el futuro, puesto que para vivir una vida sin sentido casi prefería no vivir. A partir de ese día, comenzó a sentir cada vez menos miedo y más felicidad.

De pronto sucedió un milagro.
Un precioso día, la semilla sintió una explosión dentro de ella, mientras un inmenso volcán de fuego y energía emergía brillando como el oro de su interior.
La semilla sintió su propia muerte, pero no le importaba porque la grandeza y el éxtasis que sentía eran lo más maravilloso que jamás pudo soñar.
Y de pronto comprendió que no era su muerte, sino que lo que estaba sucediendo era el nacimiento de aquello que siempre había estado buscando.
Era su cáscara la que había muerto y estallado, para dar paso a una nueva forma de vida mucho más grandiosa.

La semilla siempre llevó dentro de ella la verdad, aunque nunca la había podido ver con sus ojos.

La planta salida de la semilla comenzó a ver cada vez más luz, mientras lloraba de alegría por aquel momento que tanto tiempo llevaba esperando.

La planta agachó la mirada mientras vio a sus amigas las semillas que seguían discutiendo sobre cáscaras. La planta corrió a contarles lo que estaba viendo, y algunas semillas se paraban a escucharle, pero le contestaban que estaba muy rara y que por su bien le convenía bajar de las nubes y volver a ser alguien normal. Que era bonito lo que decía, pero que en la vida hay que aterrizar.

Entonces la planta comprendió que ella podía ver a las semillas, pero desde la profundidad de las semillas ellas no podían ver lo que ella veía en sus capas altas.
Se puso a sonreir mientras lloraba de alegría, puesto que ya no le importaba lo que pudieran pensar las semillas.

Sólo ella podía entender y sentir la perfección del ciclo de la vida. La eterna armonía entre el cielo y la tierra.




ENRIC SORIA ROS 

14 de marzo de 2012

El dulce sabor de una mujer exquisita


Una mujer exquisita no es aquella que más hombres tiene a sus pies, si no aquella que tiene uno solo que la hace realmente feliz.

Una mujer hermosa no es la más joven, ni la más flaca, ni la que tiene el cutis más terso o el cabello más llamativo, es aquella que con tan sólo una franca y abierta sonrisa, y un buen consejo puede alegrarte la vida.

Una mujer valiosa no es aquella que tiene más títulos, ni más cargos académicos, es aquella que sacrifica su sueño temporalmente por hacer felices a los demás.

Una mujer exquisita no es la más ardiente (aunque si me preguntan a mí, todas las mujeres son muy ardientes… Los que estamos fuera de foco somos los hombres) sino la que vibra al hacer el amor solamente con el hombre que ama.

Una mujer interesante no es aquella que se siente halagada al ser admirada por su belleza y elegancia, es aquella mujer firme de carácter que puede decir NO.

Y un hombre... Un hombre exquisito es aquel que valora a una mujer así... Que se siente orgulloso de tenerla como compañera… Que sabe tocarla como un músico virtuosísimo toca su amado instrumento… Que lucha a su lado compartiendo todos sus roles, desde lavar platos y atender tripones, hasta devolverle los masajes y cuidados que ella le prodigó antes… La verdad, compañeros hombres, es que las mujeres en eso de ser ‘Muy machas’ nos llevan gran recorrido…

¡Qué tontos hemos sido -y somos- cuando valoramos el regalo solamente por la vistosidad de su empaque… ¡ Tonto y mil veces tonto el hombre que come mierda en la calle, teniendo un exquisito manjar en casa.

Gabriel García Márquez

10 de marzo de 2012

LA PAZ PERFECTA (Reflexión)


Había una vez un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera en una pintura dibujar la paz perfecta.
Muchos artistas lo intentaron y presentaron sus obras en el palacio del rey, el gran día había llegado.

El rey observo y admiró todas las pinturas, pero solo hubieron dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.

La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban.
Sobre estas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas.
Todos quienes miraron esta pintura pensaron que esta reflejaba la paz perfecta.

La segunda pintura también tenia montañas pero estas eran escabrosas y descubiertas.
Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos.
Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua.
Todo esto no se revelaba para nada pacifico.

Pero cuando el rey observó cuidadosamente, miró tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido.
Allí, en medio del rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en el medio de su nido ...

Paz perfecta ... el pueblo entero se preguntaba que cuadro elegiría el rey?

El sabio rey escogió la segunda, y explicó a la gente el porque...

"Porque," explicaba el rey, "Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en medio de estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la paz."

Y tú... ya has encontrado la verdadera paz del corazón, entre tanto bullicio?...

AUTOR DESCONOCIDO

7 de marzo de 2012

EL LADRON DE SUEÑOS...


Ante un grupo de niños un hombre narró la siguiente historia:
Había una vez un muchacho quien era hijo de un entrenador de caballos. El padre del muchacho era pobre y contaba con apenas unos pocos recursos para mantener a su familia y mandar al muchacho a la escuela.

Una mañana en la escuela, estando el muchacho en la clase, el profesor le pidió a los alumnos que escribieran la meta que quisieran alcanzar para cuando fueran adultos.
El joven escribió una composición de siete páginas esa noche en la que describía su meta.
Escribió su sueño con mucho detalle y hasta dibujó un plano de todo el proyecto: el rancho, las pesebreras, la ganadería, el terreno y la casa en la que quería vivir; en fin, puso todo su corazón en el proyecto y al día siguiente lo entregó al profesor.
Dos días más tarde, recibió de vuelta su trabajo reprobado, y con una nota que decía: "venga a verme después de clases". El chico del sueño fue a ver a su profesor y le preguntó ¿por qué me reprobó? El profesor le dijo: "es un sueño poco realista para un chico como tú. No tienes recursos; vienes de una familia pobre.
Para tener lo que quieres hacen falta muchas cosas y además mucho dinero.
Tienes que comprar el terreno, pagar por la cría original y después tendrás muchos gastos de mantenimiento. No podrías hacerlo de ninguna manera.
A continuación el profesor agregó: si vuelves a hacer el trabajo con objetivos más realistas, reconsideraré tu nota".

El chico volvió a su casa y pensó mucho. También le preguntó a su padre qué debía hacer.

Éste le respondió: "mira hijo, tienes que decidir por ti mismo; de todos modos, creo que es una decisión importante para ti, ¿cierto?"
Finalmente después de reflexionar durante una semana, el chico entregó el mismo trabajo, sin hacer cambio alguno.

Le dijo al profesor: "usted puede quedarse con mi mala nota, yo me quedaré con mi sueño".
Al concluir el hombre miró a los niños y les dijo: "les cuento esta historia porque es mi historia.
Aquí estamos en medio de la casa de mis sueños, dentro del rancho que me propuse conseguir por que esa era la meta de mi vida. Aún conservo aquella tarea del colegio enmarcada sobre la chimenea".

Luego agregó: "lo mejor de la historia es que hace dos años, ese mismo profesor trajo a treinta chicos a visitar mi rancho. Y al irse el profesor me dijo: “mira, ahora puedo decírtelo. Cuando era tu profesor, era una especie de ladrón de sueños. Durante esos años, le robé un montón de sueños a los niños. Por suerte tuviste la suficiente fortaleza para no abandonar el tuyo. "

No dejemos que nadie nos robe nuestros sueños.




Autor Desconocido