31 de mayo de 2012

Los monjes


Una vez, iban dos monjes por el bosque, uno joven y otro de más edad.
Al llegar al río se encontraron con una hermosa mujer que no podía cruzar.
El monje mayor, montó a la mujer en sus hombros y cruzaron el río. Luego de esto los dos monjes prosiguieron su camino. Ambos permanecían en silencio. Al llegar al templo, el más joven dice al otro monje:
- Tú bien sabes que se nos está prohibido tocar mujer alguna.
¿Por qué cargaste a aquella en el río?- Yo dejé a la mujer en la otra orilla del río, tú todavía cargas con ella.

Cuantas veces el problema pasa y hay gente que sigue guardándolo en su mente y en su corazón, cuantas personas necesitan de tu ayuda y tú te prohíbes ayudar por cargar lo que otro te hizo y pasarle factura a quien se comportara de otra manera. Le pasas factura a quien no te hizo daño y por cargar la pena en el hombro acusas a quien no se lo merece. Te dejo para que reflexiones cuanto peso llevas en tu mente y en tu corazón.


28 de mayo de 2012

La mejor parte del cuerpo


Un día mi madre me preguntó cual era la parte más importante del cuerpo.
A través de los años trataría de buscar la respuesta correcta.

Cuando era más joven, pensé que el sonido era muy importante para nosotros, por eso dije:
-Mis oídos, Mamá.

Ella dijo:
-No, muchas personas son sordas y se arreglan perfectamente. Pero sigue pensando, te preguntaré de nuevo.

Varios años pasaron antes de que ella lo hiciera. Desde aquella primera vez, yo había creído encontrar la respuesta correcta.

Y es así que le dije:
-Mamá, la vista es muy importante para todos, entonces deben ser nuestros ojos.

Ella me miró y me dijo,
-Estas aprendiendo rápidamente, pero la respuesta no es correcta porque hay muchas personas que son ciegas, y salen adelante aún sin sus ojos.

Continué pensando cual era la solución. A través de los años, mi madre me preguntó un par de veces mas, y ante mis respuestas la suya era:
-No, pero estás poniéndote más inteligente con los años, pronto acertarás.

El año pasado, mi abuelo murió. Todos estábamos dolidos. Lloramos. Incluso mi padre lloró. Recuerdo esto sobre todo porque fue la segunda vez que lo vi llorar.

Mi madre me miraba cuando fue el momento de dar el adiós final al abuelo. Entonces me preguntó,
- No sabes todavía cual es la parte más importante del cuerpo, hijo?.

Me asusté cuando me preguntó justo en ese momento. Yo siempre había creído que ese era un juego entre ella y yo.

Pero ella vio la confusión en mi cara y me dijo,
- Esta pregunta es muy importante. Para cada respuesta que me diste en el pasado, te dije que estabas equivocado y te he dicho por que.
Pero hoy es el día en que necesitas saberlo.
Ella me miraba como solo una madre puede hacerlo. Vi sus ojos llenos de lágrimas, y la abracé.

Fue entonces cuando apoyada en mi, me dijo,
-Hijo, la parte del cuerpo más importante es tu hombro.

Le pregunté,
-¿Es porque sostiene mi cabeza?
Ella respondió,
-No. Es porque puede sostener la cabeza de un ser amado o de un amigo cuando llora.

Todos necesitamos un hombro para llorar algún día en la vida, hijo mío.

Yo sólo espero que tengas amor y amigos, y así siempre tendrás un hombro donde llorar cuando lo necesites, como yo ahora necesito del tuyo.

25 de mayo de 2012

Sábanas


Una pareja de recién casados, se mudó a un barrio muy tranquilo de la ciudad. Todo era nuevo para ellos y observaban con curiosidad cuanto había a su alrededor.

En la primera mañana en la casa, mientras tomaba café, la mujer reparó a través de la ventana, que una vecina colgaba sábanas en el tendedero. Con una media sonrisa le comentó a su marido:

- ¡Qué sabanas tan sucias cuelga la vecina” Ojalá pudiera enseñarle a lavarlas mejor, o recomendarle mi detergente de la ropa. No la conozco demasiado, pero debería buscar la forma de acercarme sin ofenderla y ayudarle a tener sus sábanas mejor.

El marido la miró con una sonrisa, sin contestarle.

Y así, cada dos o tres días, la mujer repetía su discurso, mientras la vecina tendía sus ropas al sol y el viento, ajena a su observación. Para ella casi se estaba transformando en una obsesión. Seguía pensando en su vecina y en cómo ayudarle a mejorar la limpieza de sus sábanas

Un día, la mujer se sorprendió al ver a la vecina tendiendo las sábanas muy muy limpias. Le contó a su marido con alegría:

- ¡Qué te parece! La vecina aprendió a lavar la ropa. Parece que no era solo a mí a quien le llamaba la atención. ¿Le habrá enseñado otra vecina?

Esta vez el marido sí le respondió:

El marido le respondió:

- ¡No, hoy me levanté más temprano y limpié los cristales de nuestra ventana !


Si no puedes volar


SI NO PUEDES VOLAR (Reflexión)

"Si no puedes volar, entonces corre, si no puedes correr entonces camina, si no puedes caminar entonces arrástrate, pero hagas lo hagas no dejes de avanzar."

No desistas, no te rindas, sigue adelante.

Cuando tengas ganas de renunciar recuerda las cosas que te hicieron llegar hasta el punto donde te encuentras. Nunca abandones un sueño sin darte la oportunidad a ti mismo de que se convierta en realidad, si de verdad quieres lograr algo lo lograrás, en mayor o menor medida.

La vida te regala buenos y malos momentos. Los buenos hablan por sí solos, pero los malos son lecciones. Son enseñanzas para un momento que todavía no sabes que llegará. De hecho, no sabes si llegará o no.

No decaigas por lo que la gente te diga, por lo que te ofrezca o te dejen de ofrecer, por las críticas, las enemistadas o las personas que tratan de hacerte la vida imposible. Dedica tu tiempo a los que te lo dedican. Seas quien seas o seas quien quieras ser, la gente te va a juzgar. No importa lo que hagas, por lo tanto no te preocupes, mantente firme, ten claro tu camino y tu meta.

Esfuérzate por conocer gente cada día, cada semana, por conocer culturas, por conocer palabras. Por conocer miradas que te hablen y sonrisas que te iluminen día a día. Sé humilde e intenta sacar siempre el lado positivo de las situaciones. Con humor, pero sin maldad. Busca tu felicidad sin hacer daño a nadie y comete errores, todos los que quieras y puedas.

Recuerda que todos en este mundo tenemos algo especial y que tarde o temprano siempre nos llega la oportunidad de demostrarlo. Y si no, demuéstratelo a ti mismo. Que nada existe mejor que sentirse feliz con uno y aceptar las cosas buenas y las cosas malas, que probablemente muchas de las veces se inviertan.

DESCONOCIDO

EL REGALO.( CUENTO ZEN )


Vivió una vez un gran guerrero. Aunque muy viejo, aún era capaz de vencer a cualquier contrincante. Su reputación se extendió ampliamente y muchos estudiantes se juntaron para aprender con él. 

Un día, un joven guerrero llegó al pueblo. Estaba decidido a ser el primer hombre que venciera al gran maestro. Además de su fuerza, tenía una habilidad asombrosa para encontrar y explotar cualquier debilidad en un oponente. Esperaría que su oponente hiciera el primer movimiento y cuando revelara una debilidad, entonces atacaría con despiadada fuerza y velocidad de rayo. Nadie había durado con él en un encuentro más allá de su primer movimiento. 

En contra de los consejos de sus preocupados estudiantes, el viejo maestro aceptó gustoso el reto del joven guerrero. 

Cuando ambos estaban listos para la batalla, el joven guerrero empezó a dirigirle insultos al viejo maestro.
Tiró tierra y escupió en su cara. Por horas lo agredió verbalmente con todos los insultos conocidos por la humanidad. Pero el viejo guerrero simplemente su mantuvo en pie inmóvil y calmo. Finalmente el joven guerrero se agotó. 

Reconociendo que estaba vencido se alejó sintiéndose avergonzado. De alguna manera desilusionados de que el maestro no hubiera peleado con el insolente joven, sus alumnos lo rodearon y le preguntaron. “¿Cómo pudo soportar semejante vileza? ¿Cómo hizo para ahuyentarlo?
“Si alguien viene a ti con un regalo y no lo recibes, replicó el maestro : “¿A quién pertenece ese regalo?”


22 de mayo de 2012

Dibujar una maestra


Para dibujar una maestra se necesita: un arenero repleto de mágicas arenas y una ramita caída con tinta de juguete.

Cuando lo hayas encontrado, siéntate sobre él tranquilo, sin prisa, sin límite de tiempo. Tu monigote poco a poco , irá creciendo.

Comienza con movimientos circulares, amplios,  porque las maestras son grandes, grandes.

En su interior haz dos puntos profundos para una mirada transparente.

Una  curva larga, apuntando al cielo, para una sonrisa fácil y sincera.

Otra más chica, señalando el suelo, para respirar la calidez y la frescura de la Escuela.

 No te olvides de poner dos caracolitos, uno a cada lado, para atender cada palabra.

Ahora, hacia afuera, dos palotes largos, para extender o juntar, para dar o soltar justito cuando haga falta y dos apoyados al suelo para acompañar tanto camino.

Entonces, ponle un delantal, bata o como quieras llamarlo, a lunares, rayas o cuadritos, rojo o azul, no importa, pero a prueba de todo y con un bolsillo encantado para guardar un mundo de sorpresas.

Por último, bien a la vista, un corazón de esos redondos, que sabe abrigar un día de tormenta o abrazar un día soleado, uno de esos que se abren fácilmente, porque laten al ritmo del lenguaje del amor.

Ahí estará, delante de ti, alguien que un día eligió enseñar todos los días. Para no olvidar como se hace.

Ya está. Deja la ramita, pero aún no te levantes. Falta la mejor parte.

Sigue observando, comenzarán a aparecer como por arte de magia, por aquí, por allá, por todos lados cada uno de los chicos que la vida le ha prestado.

Desconozco su autor.

21 de mayo de 2012

EL PERDÓN

Cuando crezcas, descubrirás que ya defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterías.
Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello,
pero tampoco dejarás que tus errores se repitan.

El perdón es una expresión de amor.

El perdón libera de ataduras que amargan el alma y enferman el cuerpo.

Muchos de nuestros intentos de perdón fracasan pues confundimos escencialmente lo que es perdonar y nos resistimos ante la posibilidad de empequeñecer los eventos ocurridos u olvidarlos.

El perdón no es olvido, no es olvidar lo que nos ocurrió.

No significa excusar o justificar un determinado evento o mal comportamiento.
No es aceptar lo ocurrido con resignación.
No es negar el dolor.

No es minimizar los eventos ocurridos.

No significa que estés de acuerdo con lo que pasó, ni que lo apruebes.
Perdonar no significa dejar de darle importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a alguien que te lastimó. Simplemente significa dejar de lado aquellos pensamientos negativos que nos causaron dolor o enojo.

Creemos erradamente que el perdón debe de conducirnos inexorablemente a la reconciliación con el agresor.
Pensamos que perdonar es hacernos íntimos amigos de nuestro agresor y por tal motivo lo rechazamos.
No implica eso para nada, el perdón es UNICAMENTE PARA TI y para nadie más.
No hay que esperar que la persona que nos agredió cambie o modifique su conducta pues lo más probables es que ésta persona no cambie y es más, a veces se ponen hasta peor.

El perdón se basa en la aceptación de lo que pasó.
La falta de perdón te ata a las personas desde el resentimiento.
Te tiene encadenado.

El perdón se debe de realizar "sin expectativas" sin esperar que nada suceda.
Si esperamos que el agresor acepte su error, estaremos esperando en vano y gastando nuestro tiempo y nuestras energías en una disculpa que jamás llegará.
Si estamos esperando esta reacción, luego de haber perdonado, pues realmente no perdonamos de corazón pues seguimos esperando una retribución, un resarcimiento.
Seguimos anclados en el problema, en el ayer, queriendo que nos paguen por nuestro dolor.
Entonces no hemos perdonado, y quien tiene el control de nuestra vida es el EGO.
EGO que quiere a toda costa castigar o cobrar al agresor.
No existe nada ni nadie que pueda resarcir el dolor ocasionado en el pasado, el pasado no tiene cómo ser cambiado.
Ningún tipo de venganza o retribución podrá subsanar los momentos de tristeza y desolación que vivimos, lo mal que nos sentimos.
Al esperar una disculpa, que se acepte el error; nada de eso cambiarán los hechos, lo ocurrido en el pasado, sólo estaremos queriendo alimentar nuestro ego, nuestra sed de justicia mal enfocada.

La falta de perdón es el veneno más destructivo para el espíritu ya que neutraliza los recursos emocionales que tienes.

El perdón es una declaración que podemos y debemos renovar a diario.

Muchas veces la persona más importante a la que tienes que perdonar es a ti mismo por todas las cosas que no fueron de la manera que pensabas.

Perdonando desde nuestro corazón, logramos mirar los hechos tal y como sucedieron y luego decidimos dejarlos ir, dejarlos en el ayer.

Aceptamos que somos APRENDICES!
Que la lección ya se encuentra aprendida y que hemos logrado vencer las circunstancias negativas que nos tocaron vivir.

Perdona para que puedas ser perdonado.
Recuerda que con la vara que mides, serás medido...

PAULO COEHLO


20 de mayo de 2012

'Una siesta de doce años'. Carles Capdevila / Periodista.


Educar debe de ser una cosa parecida a espabilar a los niños y frenar a los adolescentes. Justo lo contrario de lo que hacemos: no es extraño ver niños de cuatro años con cochecito y chupete hablando por el móvil, ni tampoco lo es ver algunos de catorce sin hora de volver a casa. Lo hemos llamado sobreprotección, pero es la desprotección más absoluta: el niño llega al insti sin haber ido a comprar una triste barra de pan, justo cuando un amigo ya se ha pasado a la coca. Sorprende que haya tanta literatura médica y psicopedagógica para afrontar el embarazo, el parto y el primer año de vida, y que exista un vacío que llega hasta los libros de socorro para padres de adolescentes, esos que lucen títulos tan sugerentes como Mi hijo me pega o Mi hijo se droga. Los niños de entre dos y doce años no tienen quien les escriba. Desde que abandonan el pañal (¡ya era hora!) hasta que llegan las compresas (y que duren), desde que los desenganchas del chupete hasta que te hueles que se han enganchado al tabaco, los padres hacemos una cosa fantástica: descansamos. Reponemos fuerzas del estrés de haberlos parido y enseñado a andar y nos desentendemos hasta que toca irlos a buscar de madrugada a la disco. Ahora que al fin volvemos a poder dormir, y hasta que el miedo al accidente de moto nos vuelva a desvelar, hacemos una siesta educativa de diez o doce años.
Alguien se estremecerá pensando que este período es precisamente el momento clave para educarlos. Tranquilo, que por algo los llevamos a la escuela. Y si llegan inmaduros a primero de ESO que nadie sufra, allá los esperan los colegas de bachillerato que nos los sobreespabilarán en un curso y medio, máximo dos. Al modelo de padres que sobreprotege a los pequeños y abandona los adolescentes nadie los podrá acusar de haber fracasado educando a sus hijos. No lo han intentado siquiera. Los maestros hacen algo más que huelga o vacaciones, y la educación es bastante más que un problema. Pido perdón tres veces: por colocar en un título tres palabras tan cursis y pasadas de moda, por haberlo hecho para hablar de los maestros, y, sobre todo sobre todo, porque mi idea es -lo siento mucho- hablar bien de ellos. Sé que mi doble condición de padre y periodista, tan radical que sus siglas son PP, me invita a criticarlos por hacer demasiadas vacaciones (como padre) y me sugiere que hable de temas importantes, como la ley de educación (es lo mínimo que se le pide a un periodista esta semana). Pero estoy harto de que la palabra más utilizada junto a escuela sea ‘fracaso’ y delante de educación acostumbre a aparecer siempre el concepto ‘problema’, y que ‘maestro’ suela compartir titular con ‘huelga’.
La escuela hace algo más que fracasar, los maestros hacen algo más que hacer huelga (y vacaciones) y la educación es bastante más que un problema. De hecho es la única solución, pero esto nos lo tenemos muy callado, por si acaso. Mi proceso, íntimo y personal, ha sido el siguiente: empecé siendo padre, a partir de mis hijos aprendí a querer el hecho educativo, el trabajo de criarlos, de encarrilarlos, y, mira por donde, ahora aprecio a los maestros, mis cómplices. ¿Cómo no he de querer a una gente que se dedica a educar a mis hijos? Por esto me duele que se hable mal por sistema de mis queridos maestros, que no son todos los que cobran por hacerlo, claro está, sino los que son, los que suman a la profesión las tres palabras del título, los que mientras muchos padres se los imaginan en una playa de Hawái están encerrados en alguna escuela de verano, haciendo formación, buscando herramientas nuevas, métodos más adecuados. Os deseo que aprovechéis estos días para rearmaros moralmente. Porque hace falta mucha moral para ser maestro. Moral en el sentido de los valores y moral para afrontar el día a día sin sentir el aprecio y la confianza imprescindibles. Ni los de la sociedad en general, ni los de los padres que os transferimos las criaturas pero no la autoridad. ¿Os imagináis un país que dejara su material más sensible, las criaturas, en sus años más importantes, de los cero a los dieciséis, y con la misión más decisiva, formarlos, en manos de unas personas en quienes no confía? Las leyes pasan, y las pizarras dejan de ensuciarnos los dedos de tiza para convertirse en digitales. Pero la fuerza y la influencia de un buen maestro siempre marcará la diferencia: el que es capaz de colgar la mochila de un desaliento justificado junto a las mochilas de los alumnos y, ya liberado de peso, asume de buen humor que no será recordado por lo que le toca enseñar, sino por lo que aprenderán de él.

Carles Capdevila / Periodista.

15 de mayo de 2012

EL COLLAR DE TURQUESAS

Detrás del mostrador el hombre miraba distraídamente hacia la calle mientras una chiquilla se aproximaba al local. Ella aplastó su naricita contra el vidrio de la vidriera, y sus ojos color de cielo brillaron cuando vio un determinado objeto.

Ella entró en el local y pidió ver el collar de turquesas azules y le dijo al vendedor: Es para mi hermana. Podría hacerme un lindo paquete?

El dueño del local miró a la chica con desconfianza y le preguntó: Cuánto dinero tienes?Sin alterarse ella sacó de su bolsillo un atadito y fue deshaciendo los nudos. Colocó un sobre sobre el mostrador y dijo:Esto alcanza o no?"

Ella mostraba orgullosa algunas monedas." Sabe ", continuó, quiero regalarle esto a mi hermana mayor. Desde que nuestra madre murió ella me cuida y no tiene tiempo para ella.

Hoy es el cumpleaños de ella y estoy segura que estará feliz con el collar, que es del color de sus ojos.El hombre se fue para adentro, colocó el collar en un estuche, lo envolvió con un papel rojo e hizo un hermoso moño con una cinta azul.

"Toma", le dijo a la chiquita, "Llevalo con cuidado". Ella se fue feliz saltando calle abajo. Todavía no había terminado el día cuando una linda joven de cabellos rubios y maravillosos ojos azules entró en el negocio. Colocó sobre el mostrador el paquete desenvuelto y preguntó: "Este collar fue comprado aquí ?" "Si señora", respondió el dueño del local.Cuánto costó ?" "Ah!", dijo el dueño el precio de cualquier objeto en mi negocio es siempre un asunto confidencial entre el vendedor y el cliente."

Pero mi hermana sólo tenía algunas monedas. Este collar es verdadero, no ? Ella no tendría el dinero para pagarlo". El hombre tomó el estuche, rehizo el envoltorio y con mucho cariño colocó la cinta diciendo: "Ella pagó el precio más alto que cualquier persona puede pagar. Ella dió todo lo que tenía".

El silencio lleno el pequeño local y lágrimas cayeron por el rostro de la joven, mientras sus manos tomaban el paquete.

" LA VERDADERA DONACION ES DARSE POR ENTERO, SIN RESTRICCIONES".

Si un día tienes que elegir entre el mundo y el amor
Recuerda:
Si eliges el mundo quedarás sin amor, pero si eliges el amor, con él conquistarás al
mundo

12 de mayo de 2012

DEPENDE DE LA FORMA


Un Sultán soñó que habí­a perdido todos los dientes. Después de despertar, mandó llamar a un Sabio para que interpretase su sueño.

- ¡Qué desgracia mi señor! – exclamó el Sabio – Cada diente caí­do representa la pérdida de un pariente de vuestra majestad.

- ¡Qué insolencia! – gritó el Sultán enfurecido – ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí­!

Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.

Más tarde ordenó que le trajesen a otro Sabio y le contó lo que habí­a soñado. Este, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo:

- ¡Excelso señor! Gran felicidad os ha sido reservada. El sueño significa que sobrevivirás a todos vuestros parientes.

Se iluminó el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro.

Cuando éste salí­a del Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:

- ¡No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que el primer Sabio. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro.

- Recuerda bien amigo mí­o – respondió el segundo Sabio – que todo depende de la forma en el decir las cosas… uno de los grandes desafí­os de la humanidad es aprender a comunicarse.

- De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra. Que la verdad debe ser dicha en cualquier situación, de esto no cabe duda, mas la forma con que debe ser comunicada es lo que provoca en algunos casos, grandes problemas.

- La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura ciertamente será aceptada con agrado

ANÓNIMO

10 de mayo de 2012

¿CÓMO CRECER?


Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.
El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino.
Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid. Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa.
La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble. Entonces encontró una planta, una Fresia, floreciendo y más fresca que nunca.
El rey preguntó:
¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?
No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresias. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: "Intentaré ser Fresia de la mejor manera que pueda".

Ahora es tu turno. Estás aquí para contribuir con tu fragancia. Simplemente mirate a vos mismo.
No hay posibilidad de que seas otra persona.
Podes disfrutarlo y florecer regado con tu propio amor por vos, o podes marchitarte en tu propia condena...

JORGE BUCAY





2 de mayo de 2012

LOS DOS LOBOS


Una vez un anciano Cherokee le dijo a su nieto que dentro nuestro se libra una batalla.

- "Hijo, la batalla es entre dos lobos que están en nuestro interior.

- Uno es el diablo, que siente cólera, envidia, celos, pena, avaricia, arrogancia, lástima de sí mismo, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, orgullo falso, superioridad, y ego.

- El otro es el bien, que siente alegría, paz, amor, esperanza, serenidad, humildad, bondad, la benevolencia, empatía, generosidad, verdad, compasión y fe. "

El nieto pensó en ello durante un minuto y luego preguntó a su abuelo:

- "¿y qué lobo triunfa?"

Viejo Cherokee simplemente contestó,

- "el que tú alimentas".

ANÓNIMO