HISTORIA DE MI VIDA.

Mi vida en imágenes.

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8 de marzo no felicitar.

Poniendo luz a esta fecha.
En 1908, 40.000 costureras industriales de grandes factorías se declararon en huelga demandando el derecho de unirse a los sindicatos por mejores salarios, una jornada de trabajo menos larga, entrenamiento vocacional y el rechazo al trabajo infantil.
Durante esa huelga, 129 trabajadoras murieron quemadas en un incendio en la fábrica Cotton Textile Factory, en Washington Square, Nueva York. Los dueños de la fábrica habían encerrado a las trabajadoras para forzarlas a permanecer en el trabajo y no unirse a la huelga.

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8 de marzo

Hoy conmemoramos el Día Mundial de la Mujer. Yo no estoy de acuerdo con esta fecha, ya que soy de las que piensan que si queremos ser iguales, no tenemos que conmemorar que somos diferentes, por lo tanto, si el hombre no celebra su día, nosotras tampoco.

No obstante hoy quiero recordar a esas mujeres:

• Qué hacen milagros para llegar a fin de mes.
• Que no tienen hambre a la hora de cenar y así que haya cena para lo demás.
• Que sonríen aunque se mueran de dolor por dentro.
• Que son asesinadas, maltratadas y ultrajadas, no sólo físicamente, sino moral y socialmente.
• Que aguantan que las llamen focas cuando pasean por la calle.
• Que aguantan miradas obscenas y babosas cuando llevan una falda corta o un escote generoso.
• Que cuidan a sus familias sin importarles lo que se dejan en el camino.
• Que prescinden de su tiempo en favor del de los demás.....

Esas son Las MUJERES QUE YO CELEBRO Y CONMEMORO TODOS LOS DÍAS DEL AÑO.

Los cuatro acuerdos de la sabiduría Tolteca

' Karesansui '

A veces, sólo a veces...
Retirarse no es rendirse,
ni estar en contra es agredir.
Cambiar no es hipocresía
y derrumbar no es destruir.
Estar a solas no es apartarse,
y el silencio no tener qué decir.
Quedarse quieto no es por pereza,
ni cobardía es sobrevivir.
Sumergirse no es ahogarse,
ni retrocedes para huir.
No se desciende trastabillando,
ni el cielo ganas por bien sufrir.
Y las condenas no son eternas,
ni por perdones vas a morir.
A veces, sólo a veces...
Hace falta lograr soltarse,
izar las velas, abandonarse,
dejar que fluya, que el viento cambie,
cerrar los ojos y enmudecer.

María Guadalupe Munguía Tiscareño